Eso fué posible antes de que el Coliseo se modificara y se le construyera el hipogeo (las estancias bajo la arena para los gladiadores, prisioneros y fieras). Todavía existen varios canales que permitieron en su época que la arena se llenara con agua del Tíber y se celebrasen naumaquias.
En 24 horas podía vaciarse y secarse. En cuestión de hidráulica los romanos eran maestros.
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