De todas las leyendas urbanas que circulan en torno a personajes famosos, la de que Walt Disney está congelado en alguna parte esperando a que la ciencia avance lo suficiente como para resucitarle es una de las más persistentes. La cuestión es ¿De dónde procede el bulo? y ¿Qué pasó exactamente con el cadáver del señor Disney?
Walt Disney falleció el 15 de diciembre de 1966 en Burbank, California. El genio era un fumador compulsivo, y lo que acabó con su vida fue un cáncer de pulmón que le diagnosticaron apenas un mes antes de morir. Dos días después de su fallecimiento, su familia celebró el funeral y su cuerpo fue incinerado. Los restos reposan desde entonces en el cementerio Forest Lawn Memorial Park, en Glendale, California. De hecho, ese es el cementerio privado donde reposa toda la familia Disney: sus padres Elias y Flora, su esposa Lillian y su hija mayor Diane.
¿De dónde sale entonces el mito de que Disney ordenó criogenizar su cuerpo (algunas versiones hablan solo de la cabeza) para tratar de burlar a la muerte? La respuesta más probable es de unas declaraciones de Bob Nelson, Presidente de la hoy desaparecida Sociedad Criogénica de California. En una entrevista concedida a Los Ángeles Times en 1972, Nelson dijo:
Walt Disney quería que lo congelaran. De hecho, mucha gente cree que fue congelado y que sus restos reposan en el sótano de su casa. La realidad es que perdió la oportunidad por poco. Nunca lo especificó por escrito, así que su familia optó por la incineración. Yo mismo he visto personalmente sus cenizas. Están en Forest Lawn. Dos semanas después de su muerte, congelamos al primer ser humano.
El resto es como el juego del teléfono estropeado. Los únicos datos que permanecieron en la memoria colectiva fueron “congelado en el sótano de su casa”.
Si realmente Walt Disney quería que lo criogenizaran o no es algo que nunca se sabrá. Nelson fue efectivamente uno de los pioneros de la criogenización y el responsable del primer tratamiento de ese tipo en el mundo. El primer ser humano criogenizado al morir fue el Dr. James Hiram Bedford, profesor de psicología de la Universidad de California, que falleció a los 72 años. El tratamiento tuvo lugar el 12 de enero de 1967.
El cuerpo de Bedford se conserva actualmente en la Fundación Alcor para la extensión de la vida. En esos años, Nelson práctico más tratamientos de criogenización, pero se perdieron años después en un fallo técnico en el sistema de congelación conocido como el incidente Chatsworth. Los familiares de los fallecidos demandaron a Nelson y la criogenización fue objeto de burla por parte de la comunidad científica. El polémico personaje juró no volver a dedicarse a ello, aunque muchos otros han proseguido su legado. [Los Ángeles Times vía Mental Floss y Snopes]
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